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Tratamiento de la impotencia
La disfunción eréctil (DE) es el trastorno por el que una persona no puede conseguir o mantener una erección lo suficientemente firme como para mantener relaciones sexuales. Algunas personas pueden conocerla por su otro término, "impotencia". Es esencial reconocer que la disfunción eréctil es algo más que una dolencia física; afecta a la salud emocional y a la intimidad entre las parejas.
Existe una gran variedad de medicamentos orales para tratar la disfunción eréctil. Aunque los nombres específicos de los fármacos no se mencionan en los datos facilitados, entre los medicamentos más comunes se encuentran el sildenafilo (Viagra), el tadalafilo (Adcirca, Cialis), el vardenafilo (Levitra, Staxyn) y el avanafilo (Stendra).
Para quienes desean tratar la disfunción eréctil sin tomar una pastilla, existen varios métodos:
VED (dispositivo de erección por vacío): Este método consiste en el uso de un dispositivo que crea un vacío, atrayendo sangre hacia el pene, consiguiendo así una erección.
Sustitución de testosterona: Si la disfunción eréctil se debe a niveles bajos de testosterona, se puede considerar la terapia de sustitución.
Supositorio uretral:
Se trata de un método distinto que consiste en colocar un supositorio lleno de medicamento en la uretra.
Una solución más permanente, los implantes de pene consisten en colocar quirúrgicamente un dispositivo a base de agua en las cámaras de erección del pene. Este dispositivo permite al paciente controlar la duración y el inicio de la erección. El Dr. Starke afirma que este tratamiento es el que más se acerca a la cura definitiva de la disfunción eréctil. La intervención quirúrgica para colocar este implante suele durar entre 30 y 45 minutos.
Quienes deseen prevenir o controlar la disfunción eréctil deben tener en cuenta algunos consejos generales sobre salud y estilo de vida. Aunque en los datos facilitados no se enumeran los más específicos, entre las prácticas más recomendadas se incluyen el ejercicio regular, el mantenimiento de una dieta equilibrada, el control del estrés y la evitación del consumo excesivo de alcohol y tabaco.
Es vital abordar la disfunción eréctil no sólo por el bien de la intimidad sexual, sino por el bienestar general. El tratamiento puede mejorar considerablemente la salud física y emocional de la persona afectada. En el caso de las parejas, el tratamiento de la disfunción eréctil puede mejorar la intimidad.
Antes de iniciar un tratamiento, es fundamental consultar a un profesional sanitario. Casi todos los casos de disfunción eréctil son tratables, y encontrar el enfoque adecuado puede suponer una diferencia significativa en la calidad de vida de una persona.
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