» no hay nuevos productos en este momento
La testosterona desempeña un papel fundamental en el deseo sexual del hombre. La hormona se produce en los testículos, y una condición como el hipogonadismo masculino puede resultar en no producir suficiente testosterona, lo que lleva a una disminución de la libido. Aunque es habitual que los niveles de testosterona disminuyan con la edad, el descenso puede ser más significativo en algunos individuos, lo que provoca fatiga, depresión y un menor deseo sexual. Sin embargo, no todos los hombres con niveles bajos de testosterona experimentan una pérdida del deseo sexual.
Ciertos medicamentos también pueden contribuir a la disminución del deseo sexual en los hombres. Estos medicamentos pueden interferir en los niveles hormonales o en otras funciones fisiológicas, provocando una disminución de la libido. El efecto específico puede variar en función de la medicación, por lo que es importante que las personas que toman medicamentos recetados comenten cualquier cambio en el deseo sexual con su médico.
Los factores psicológicos, como la depresión, la ansiedad y los problemas de pareja, son causas frecuentes de libido baja. Estos trastornos pueden crear una carga mental y emocional que afecte al deseo general de actividad sexual de una persona. Los niveles elevados de estrés, ya sea por problemas de pareja o por otras presiones vitales, también pueden afectar negativamente a la libido.
Las enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades sistémicas o metabólicas como la diabetes, el VIH y el cáncer, a menudo se correlacionan con una disminución de la libido. La presencia de una enfermedad crónica puede reducir los niveles de testosterona, añadir estrés psicológico o crear otros cambios fisiológicos que afectan al deseo sexual.
La fatiga, a menudo causada por problemas de sueño, también puede ser un factor que contribuya a una libido baja. La falta de descanso adecuado puede reducir los niveles de energía, lo que afecta al interés y la capacidad del hombre para la actividad sexual.
El envejecimiento es un factor natural relacionado con la disminución de la libido.
A medida que los hombres envejecen, los niveles de testosterona comienzan a descender, lo que puede provocar una pérdida del deseo sexual. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el ritmo y la importancia de estos cambios pueden variar de una persona a otra.
Las afecciones médicas, más allá de las clasificadas como enfermedades crónicas, también pueden provocar una disminución de la libido. El tipo de afección y su impacto en la libido pueden variar mucho, pero entre los ejemplos más comunes se incluyen las afecciones de dolor crónico y diversos desequilibrios hormonales.
El consumo de sustancias, incluidos el alcoholismo y el consumo de drogas ilegales, es otro factor que puede influir en el deseo sexual. Estas sustancias pueden interferir en el equilibrio hormonal, la salud mental y el bienestar físico general, todo lo cual puede contribuir a reducir la libido.
Si la libido baja es motivo de preocupación o angustia, es importante buscar ayuda de profesionales sanitarios o de salud mental. Estos profesionales pueden ayudar a identificar la causa subyacente y sugerir opciones de tratamiento adecuadas. Los ajustes en el estilo de vida, como una dieta nutritiva, ejercicio regular y estrategias para reducir la ansiedad, también pueden contribuir a mejorar la libido.
El tratamiento de la libido baja depende en gran medida de la causa subyacente. Ya sea cambiando una medicación, controlando una enfermedad crónica o abordando factores psicológicos, un tratamiento adecuado puede mejorar potencialmente el deseo sexual. Para algunos hombres, los cambios en la libido pueden ser persistentes, pero con la atención y el tratamiento adecuados, el bienestar sexual y una vida sexual satisfactoria pueden contribuir a la calidad de vida en general.
Siguenos